A más de 3 mil metros sobre el nivel del mar viven Antonio Ocampo y Arturo García, dos campesinos que mientras disfrutan su vida en el páramo Chilí – Barragán nos benefician al efectuar acciones de conservación para la flora y la fauna que habita en sus fincas y los nacimientos de los afluentes hídricos que suministran luego el líquido vital a quienes habitan la ciudad.
¡A ellos que con amor y dedicación protegen los recursos naturales del Quindío nuestro mayor agradecimiento desde el esquema de pago por servicios ambientales BancO2!
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